Hey! Prestame 1 millón pa’ un pan!

Cómo va la causa?

La mía va “interesante”. Siempre que alguna persona le preguntan “Cómo te pareció tal cosa?” y ella responde “interesante” es porque algo esta enredado en esa vuelta, o sea es como que es bueno pero algo tiene de maluco, o es maluco y algo tiene de bueno, uno nunca sabe bien.

Así estoy yo en Zimbabwe, viviendo una experiencia lo más de interesante.

Y en general qué es Zimbabwe?

Es un país que queda al ladito de Mozambique y encima de Sudáfrica que ha tenido muchos problemas políticos en los últimos años y que es bastante inestable económicamente por causa de la alta inflación que vivieron hasta hace 5 años. En cuanto a la situación política el presidente se debe cambiar cada 6 años y este lleva 34 años (el señor tiene 84 años ahora), por miedo, conformidad y falta de conocimiento, siguen votando por él y eligiéndolo.

El tema de la inflación era tan raro que por ejemplo un pan valía 1 millón, entonces era como “Hey! Prestame 1 millón pa’ un pan!” uno con un saco de monedas compraba su pan; imagínense un gamín en la calle en Colombia pidiéndole a uno 1 millón pa’ un pan yo me le muero de la risa en la cara.

Hasta hace dos años no encontrabas comida en los supermercados, ahora todo está empezando a cambiar y ya hay oferta de productos y usan dólares americanos para el comercio, como ya no hay inflación todos los precios son como redondeados, nada vale menos de 50 centavos.

Cosas caras como ellas solas, el pasaje en bus pequeño (Conbi) vale 1 dólar, 3 minutos de celular 1 dólar, 20 minutos de internet 3 dólares, la Coca Cola firme como siempre a un dólar la de botella plástica.

Empecemos entonces a contar como le va a una colombiana en Zimbabwe.

Salí de Maputo a las 7 de la mañana camino a Harare la capital de Zimbabwe, obvio en bus mis amores porque hay que disfrutar los paisajes, vivir la cultura y ahorrar plata. Había que hacer parada en Johannesburgo que no es nada extraño para mi, ya esa terminal me la conozco de Pe a Pa. De ahí entonces me monté en el bus de Johannesburgo a Harare, en la terminal no compre nada porque se me habían acabado los rands (moneda de Sudafrica) y pa’ cambiar me roban como 5 dólares ¡no voy pa esa!, pero soy tan afortunada que en el bus nos dieron 2 presas de pollo, con pan y papitas a la francesa, que me opinan de ese dato, yo tenía hambre entonces le pegue al pollo (con la mano y sin guantes) menos mal me toco pechuga entonces era fácil, obviamente después me limpie bien juiciosa cosa que no hizo el resto del bus porque ese olor a pollo por 20 horas que me lo empaquen.

Así es, el viaje duro 20 horas que sumándole las 8 desde Maputo y las 4 de espera, eso da 32 horas!

Llegue y nadie estaba esperándome, cosa berraca porque ese terminal era un desorden, pues no hay puesto de “Vive Colombia viaja por ella” o de “Colombia es pasión” donde le dicen a uno pa’ donde coger. Eso apenas me baje del bus como 30 taxistas encima de mí que si la llevo, que pa’ donde va, que yo soy confiable, yo obvio me asuste, pa’ que les digo que no si si, así que el man de la empresa de bus llamo a un amigo que me llevo a un hotel barato barato (40 dolares la noche) que era mas bien como una posada de mala muerte.

Al otro día la gente de acá apareció y que empiece el choque cultural (lo de antes NO FUE NADA)

En Zimbabwe hablan Shona y casi todo el mundo inglés, pero en las calles solo idioma nativo, yo sé decir:

Rudo = Amor

Makadini = Hola

Tokuonai = Chao

Acá hay muy poquita gente blanca y creo que todos están encerrados o algo porque no los he visto, entonces todo el mundo me mira en la calle y me saludan, pues cual celebridad. Nadie tiene tatuajes entonces también me miran las piernas, optando ahora por usar pantalones mejor.

Fui como al centro de la ciudad, y pues nada del otro mundo, el man de acá era feliz mostrándome edificios y centros comerciales (muy chiquitos) como si yo nunca hubiera visto eso, yo me deje llevar pues que más hacia y luego en la casa le mostré una foto de Medellín pa’ que viera que esta paisa viene de una tierra calidosa.

Sorprendentemente (digo eso porque yo también vi Discovery Channel antes de venir a África) hay cosas ordenadas, la señalización está bien puesta, todo es limpio, la gente es culta en las calles y venden cositas en las esquinas y el producto más comercial es “Yogueta”, si señores esa chupeta colombiana que hace Aldor acá es la más consumida!

Fui a la universidad de Zimbabwe, muy bonita ella, limpia, grande, con espacios de esparcimiento y con una iglesia. Aclaro este tema religioso porque acá la religión católica es un tema muy fuerte, entonces los universitarios van a misa (service) todos los días a las 12 entre las clases y todos tienen una biblia en la mano.

A mí que me broto la tierra y yo no tengo ni Dios ni ley, así que tome pa’ que lleve, me estoy quedando en la casa de una que era miembro de AIESEC y ella vive en condiciones promedio, quiere decir una casa de 2 cuartos donde viven 2 hermanos, 2 hermanas, papá y mamá y métale a eso una colombiana por dos semanas.

El primer día que me quede con ellos me toco rezar por la noche, ir a un grupo de oración, comer carne de cerdo (hueso untado de carne) y dormir con una hermana desconocida en la misma cama. Al otro día todos nos levantamos a ayudar a arreglar la casa a las 5 a.m y luego a rezar. Eso lo mas de bellos me compraron cereal porque acá desayunan arroz, papa, carne, pues porque NO ALMUERZAN!

El papá y la mamá son una belleza, el papá me pregunta cosas de Colombia, es súper culto, hablamos de cosas, yo le pregunto sobre el país la historia, pues es súper bueno hablar con él. El es pastor pero es cool porque no habla todo el día de religión ni esas vainas si no que respeta cada espacio y el dice que Dios es sólo un complemento para tener el balance en su vida.

Ustedes alguna vez han pillado que las mujeres negras tienen un pelo un poco reseco y grueso y por eso lo trenzan o se ponen pelito falso? Lo bueno de vivir en África es que uno le puede preguntar a las mujeres por su pelo, tocarlo y hasta ir a la peluquería con ellas.

Fui con Rudo (mi amiga donde me quedo) ella se quería poner el pelo largo como el mío, así que vi todo el proceso de poner pelo falso en persona de pelo quieto.

Primero lo trenzan en circulito
Después ponen como una pega para que no se suelte Luego usan una peluca como por tiras y la empiezan a coser con aguja capotera y con pita a la trenza.
Luego la cortan y la peinan para quede ordenada
Después le echan una cosa que es como una vaselina para que parezca real

En esa peluquería todas las peluqueras me querían tocar el pelo, trenzar, encrespar, cortar, porque yo creo que ellas nunca hacen eso con pelo natural entonces yo era la novedad del local. Yo no me deje hacer nada, porque yo desde que vivo en África me corto el pelo yo solita y tengo buena mano.
Obviamente para no perder la costumbre, también vi animales en The Lion Chita park

Y también cargue una culebra y un camaleón en The Snake Park

Así fueron mis 15 días (porque en la frontera sólo me dieron 2 semanas de permiso) en Zimbabwe, interesantes! Aprendí mucho sobre la cultura, sobre la relevancia de creer en algo para las personas de este país y confirme muchas sobre el valor de la familia.