28 de diciembre de 2010

RICARDO JORGE, SIGAN EN ESTUDIO!




Obvio microbio así tenía que ser el titulo de mi primera visita a Sudáfrica, si fue el corresponsal el que nos antojó a todos los colombianos a venir acá. Para los que no sepan quién es el corresponsal y quienes son Ricardo y Jorge, acá se los presento: 




Resulta entonces que ahora todo el mundo sabe dónde queda Sudafrica después del mundial, antes era un país más de este lado del charco, ahora hasta la gente piensa que sería muy visitarlo y pegarse una pasadita.



Yo me estoy pegando la pasadita, por 21 dias (como dice mi visa) estuve en Johannesburg, una ciudad inmensa y muy bonita, viaje desde Maputo (Mozambique) en bus hasta alla, fueron 7 horas chéveres porque los paisajes y toda la vuelta son una novedad así que yo en la jugada con las fotos pa’ poderles mostrar.


Cuando llegamos a la frontera, entonces la cosa es que uno sale de Mozambique y de one entra a Sudafrica, no me iban a dejar salir de Mozambique disque porque nunca había activado mi visa de un año, que pa’ eso tenía que haber salido del país, yo muy educadamente le dije a la señora “cómo iba a salir del país si yo no me puedo mover pa’ ninguna parte porque no tengo visa” y ella me dejo pasar. En Sudafrica solo escanearon mi pasaporte 6 veces y luego me lo llenaron de sellos con fechas visibles de salida.

Llegamos entonces a Sudafrica y yo me tomé la primera Coca-Cola pa’ entrar en ambiente, la llegada a Johannesburg, de una se notó que ya estaba en una gran ciudad, porque pa’ que nos vamos a decir mentiras, esos dos meses en Maputo me volvieron bien montañera, eso veo una avenida grande y me asusto. 



Johannesburg tiene como 7 millones de habitantes, ella es grande, pero lo mas cool e interesante es que acá TODO son contrastes. Están los negros (casi morados), están los blancos (alto, mono blanco, oji claro) están los Afrikans (Blancos, ojos y pelo negro) y están los uncolored (como con rasgos orientales y la piel un poquito más canela). La vuelta es que es difícil ver que unos se juntan con otros, cada combo por su lado. Así que a pesar de todo el “Mandelazo” aún acá hay mucho paradigma por remover.




Yo por ejemplo he sido catalogada de las siguientes maneras: Griega – Blanca – Portuguesa –colored, pero jamás como latinoamericana. Pero cuando digo que soy colombiana hasta ahora al menos de los Sudafricanos solo han surgido caras de alegría y emoción porque les parezco muy tropical y obvio asumen que Shakira y yo debemos ser familia.




Fui al Apartheid Museum, es un museo que explica la historia racial de Sudáfrica, no se imaginan lo inspirada que salí de ese lugar, este país tiene mucha historia que contar, el problema es que acá cada uno hasta tiene razón en su punto y ponerse de acuerdo es arrancar gran parte de su historia.



Algunos detalles cool de museo, cuando entrabas te daban tu tiquete pero este estaba marcado con un color de piel aleatoriamente, si te salía negro entrabas por una parte y si eras blanco por otra, el caso es que a ambas razas nos separaba una reja y era como una exposición de datos y fotos de muchas cedulas, estas además de poner el nombre de la persona incluían su raza.




El museo tenía un gran espacio dedicado a Mandela, hombre de palabras sabias y de hechos que además de marcar la historia del mundo hicieron un avance racial enorme en la historia de este país. Uno de los datos que me llamo la atención es que Nelson Mandela recibió su nombre porque en el colegio las profesoras blancas les ponían a los niños nombres de blancos para reconocerlos más fácil, o sea el realmente no se llama así desde nacimiento, fue la misma situación racial la que lo nombro como ahora lo conocemos.


Acá estoy viviendo en un lugar muy bueno de la ciudad, se llama Fourways, esta como lejos del centro pero es muy bonito, eso sí solo ves blancos y pocos negros con plata, acá sí que viven de apariencias, todo el mundo tiene un carro lujoso, va a lugares muy caros y eso define lo que sos; no sé qué tan lejos estemos en Colombia de esa superficialidad pero ahí les estamos como cogiendo el paso. Yo obviamente monto en bus, el sistema de transporte masivo es más o menos al mismo costo de Colombia pero solo lo usan los negros así que se podrán imaginar cómo me veo o más bien como me miran cada que me monto a uno.



También he hecho otras vainas divertidas! Jugué con leones, así como lo leen sucedió, fui al “Lion Park” y es como una especie de safari pero tú puedes estar en tu propio carro, lo que haces es conducir por diferentes espacios donde todos los animales están sueltos, así como que a dos metros hay una manada de leones, una cosa increíble, uno salto a nuestro carro!




Pero obviamente mi parte favorita fue jugar con los leones bebés. Eran 4 leones bebes pero la verdad no eran ni tan bebes, después de la visita quedé con dos morados inmensos porque pa’ ellos jugar es morder y la verdad aunque sean bebés eran inmensos y full pesados.




Ya visité Pretoria que es la capital de South Africa, es una ciudad más pequeña pero me pareció como más acogedora, será porque todavía la gente en la calle sonríe, todo es más accesible y definitivamente tiene más color.






Así va el viaje por la tierra de Mandela, lleno de contrastes y de muchas dudas, porque hasta en este punto uno empieza a cuestionarse por su color y de verdad dan ganas de saber más de sus propias raíces.




Ah! Se me olvidaba, acá los niños también parecen ángeles y seguro al cielo también le echan algo porque los atardeceres son los más hermosos del mundo.






Ricardo Jorge, sigan en estudio y en el próximo post les cuento como sobre mi navidad al estilo africano.

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